lunes, 30 de agosto de 2010

Tristes despedidas

Hace unos meses incluí una entrada en la que hablaba del tanatorio. Tristemente, tuve que visitarlo hace unos días para despedir a una de las personas más importantes de mi vida. Alguien que está presente en casi todos los recuerdos de felicidad de mi infancia -cuando la felicidad es tan intensa, y se graba en nuestra memoria para siempre-: sus persecuciones llenas de risas mías y de mis hermanas por el pasillo, la infinita paciencia para darme de comer (¡casi hasta los siete años, cuando me cansaba enseguida!), las sesiones de rascado de espalda, un hijo tras otro; las lecturas del Quijote -los pasajes más divertidos, él siempre muerto de risa- o de poemas (de "las mil mejores poesías de la lengua castellana") antes de acostarnos, y la alegría permanente; su mano, que siempre daba seguridad y calor. Ya más mayor, su tolerancia ante mis suspensos y la confianza en que superaría los baches, como así fue...Ayer, ordenando sus escasas pertenencias -era muy austero-, encontré archivadas diferentes cartas al director publicadas escritas por mí, noticias y entrevistas en las que yo aparecía en distintos medios, e incluso la factura de lo que costó la celebración de mi primera comunión.

Sus cenizas están por aquí, en la aldea donde también él fue tan feliz cuando niño. Hasta siempre.

8 comentarios:

  1. Te acompaño en el sentimiento. Tu pasaje me ha emocionado.

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  2. He llorado al leerte. Tus palabras están llenas de amor y tristeza. Yo he pasado por la situación que tú estás viviendo y te puedo asegurar que no se van del todo, que siempre su energía nos acompaña. Estoy segura que desde donde esté, se habrá metido en la red y le habrá dado al "guardar como" para unir el homenaje que le has hecho, con todas tus demás intervenciones públicas.
    Un beso muy fuerte.

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  3. nada puedo decirte que no te haya dicho ya... para mi, una de las personas más singulares y especiales que me he encontrado en la vida.

    Pedro.

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  4. Ante ciertas situaciones es mejor no decir nada porque está todo dicho, simplemente mucho ánimo.

    Besines, Irma.-

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  5. Qué hermosas palabras JL. Y qué hermosa persona y padre debió de ser. Así has salido tú. Creo que cuando los padres desaparecen nosotros pasamos a la primera línea, dejan de estar presentes como referentes, excepto en nuestro interior. Seguro que hay mucho de él en tí y en tus hermanas, y eso sigue vivo. Laura

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  6. No hay palabras ante la pérdida. Nos deja ausentes. Precioso tu recuerdo, dibuja la talla de un Gran Ser Humano. Un fuerte, fuerte, fortísimo abrazo

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  7. Muchísimas gracias por vuestras palabras y vuestro calor, son un gran alivio.

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