viernes, 5 de octubre de 2012

Azucarera de Santa Elvira (o Palacios de Congresos)



Para José Vicente (¡vivan los jóvenes curiosos!)

Uno de los pocos sitios con grúas en movimiento: el futuro Palacio de Congresos de León. 


Es un proyecto del famoso arquitecto Dominique Perrault, que ha construido por todas partes (por cierto, como curiosidad y abonando las teorías de las casualidades cruzadas o no, este arquitecto recibió en el año 2006 el encargo de construir las flamantes oficinas de Agelco, chiringuito de un buen número de constructores leoneses que mantenía una íntima relación con los poderes fácticos de la ciudad y de los que hoy, ay, nadie sabe de ellos).


El Palacio soñado, versión noche


Las obras se están realizando sobre la Azucarera Santa Elvira, una fábrica de azúcar construida en el año 1935 cerca de las vías de ferrocarril, por donde le llegaba la remolacha y salían los productos elaborados. Las máquinas procedían de una azucarera en Soria, que fue cerrada en aquel entonces (los procesos de deslocalización no se acaban de inventar). Llegó a ocupar a 200 trabajadores fijos (en los 80), aunque esta cifra se elevaba en las épocas de mayor trabajo. En el año 1992 se clausuró, llevándose la producción a La Bañeza.


Paz Benito del Pozo, de la Universidad de León, es una de las principales estudiosas (y defensoras) de este complejo industrial.

La Azucarera, como era propio en las instalaciones fabriles de la época, contaba con viviendas para trabajadores y para el señor ingeniero. Las primeras, aunque abandonadas, siguen ocupadas.


En los jardines de la casa del ingeniero (que desaparecerán con las obras) se han documentado un total de 13 especies vegetales arbustivas y arbóreas, incluyéndose una primera cita de una especie, originaria de Norteamérica y Argentina, en la ciudad de León, y también se han encontrado un crustáceo y un arácnido que no habían sido vistos antes en nuestra provincia.

La puerta del chalet del señor ingeniero

Gracias a la transformación pretendida en esta zona de la ciudad, se abordó una iniciativa muy acertada: la "Oficina de Gestión de Muros", un grupo de activistas de Madrid, intervinieron en numerosas fachadas del barrio, con un resultado, en global, positivo.






La construcción de este Palacio de Congresos debía suponer, en su diseño original, una transformación radical de esta zona de la ciudad, vinculándolo a la nueva estación de ferrocarril (que no se le espera), el nuevo puente sobre el río (tampoco) y la construcción de 600 viviendas (vaya usted a saber). Hasta el momento, se ha finalizado el llamado Petit Palais, y las obras continúan, aunque casi nadie se atreve a señalar plazos para su definitiva finalización. No hay dinero.


Para aquellos que no pierden ocasión en señalar el expolio de León por parte de los marditos castellanos vallisoletanos, la locomotora de la Azucarera está en…el museo de Valladolid, donde acabó su vida útil.

1 comentario:

  1. COMO SE DICE EN MI TIERRA: NO DAS PUNTÁ SIN HILO.
    ¡¡¡Eso está que mu requetebien!!!

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