viernes, 4 de abril de 2014

Pendones y coponas


Ayer jueves centenares de personas se concentraban convocadas por los sindicatos contra los recortes; a la misma hora, la Plataforma Stop Anti-desahucios organizaba una protesta frente a la antigua Caja España, en El Crucero, para pedir que no echaran a al calle a una jubilada de 78 años que había avalado a un sobrino. Un poco más tarde, unas decenas de personas caminaban por el Paseo de Salamanca lanzando diatribas contra el fascismo.

El mismo día, el alcalde de León decía que iría a la manifestación del domingo contra los recortes ferroviarios, cambiando de opinión tras haber afirmado días antes que no iría. Donde hay Carrasco no manda alcalde.

León, la movilizada.

Paralelamente, en la misma galaxia, en León (cuna del parlamentarismo) podemos disfrutar de uno de los entes más rancios y vetustos que el género humano (con ayuda divina) haya parido: me refiero a la Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro de León, que ya he traído a este blog en más de una ocasión, tal es el grado de fascinación que ejerce en mí, un pobre mortal que a buen seguro y por mucho que lo intente nunca tremolará tan insigne estandarte.

Ahora que hemos descubierto, atención, que el Santo Grial se encuentra aquí, recubierto de oros, zafiros y demás piedras preciosas, también hemos sabido que el General-ísimo Franco bebió de él en una visita realizada a este bravo pueblo; dicha visita fue aprovechada para entregarle el hábito de la cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro. Y es que esta Cofradía, tan añeja y polvorienta, sabe mantenerse a la vanguardia y acercarse a reyes y caballeros que tanto bien han hecho por España.

La historia del milagroso pendón (el estandarte, no estamos hablando de Franco) nos la cuentan ellos, Todo empezó cuando Isidoro se le apareció a Alfonso VII, a caballo y vestido de pontifical, para decirle que ganaría una batalla (año 1147).  Las damas de la nobleza tejieron un estandarte, y así hasta hoy. Por el camino, el Pendón estuvo en un montón de batallas, dado que él (el pendón) es Capitán General de los Ejércitos. ¡Benditos trapos! Como destacan en la Cofradía, desfiló en el centenario del “Alzamiento contra la Revolución Francesa” y, ojo, presidiendo el Desfile de la Victoria, en el año 1939.

¿No es tierno que la muy ilustre, real e imperial orden y cofradía del milagroso pendón de san Isidoro de León se encargue de mantener un banderolo tan antiguo, para honor de León,  también conocida por ellos como Ciudad Imperial y Urbe Regia?

Volviendo a las copas. Con todos los respetos a los historiadores que llegaron a tan histórica conclusión, yo tengo mi propia tesis sobre la sagrada copa, que estaría dispuesto a confrontar públicamente con quien se atreva: el Santo Grial se cayó por una grieta en desiertos lejanos una vez fue descubierto por Indiana Jones. Esto todo el mundo lo sabe sin tener que leer crónicas viejunas y, puestos a fabular, prefiero la de Indi.

5 comentarios:

  1. Y que todavía andemos con estas....

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  2. Yo quiero ver el copón! Pero todo el mundo sabe que "esa no es la copa de un carpintero" jajajaja!!!

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  3. Jajaja, excelente crónica sobre los aconteceres nada escasos que jalonan el noticiero, ahora sí, lo de la copa se las trae, yo me sumo a tu tesis con o sin permiso de los historiadores.
    ;)

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  4. La envidia te corroe, ya que Franco ha bebido y tu no!

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