martes, 30 de noviembre de 2010

Los de las luces

Desde que descubrí el modo de proceder del departamento de iluminación (no se si se llamará así) de nuestro ayuntamiento, no dejo de encontrar muestras que denotan un serio problema a la hora de conciliar la racionalidad con el deseo de dar luz a los ciudadanos.

Aquí tenemos un ejemplo de la insensatez a la que me refiero: proyectan la colocación de una hilera de farolas, y nada se les pone por delante. Si hay un árbol, pues allá vamos y colocamos la luminaria donde mandó el señor ingeniero.



¿Se llevarán mal con los de jardines? ¿No les pagan las dietas o las salidas del despacho, y por ese motivo no comprueban en el terreno lo que diseñan en los planos? ¿Mostrar alguna flexibilidad a la hora de ejecutar una obra les quitará puntos?

4 comentarios:

  1. Sentí mucho no verte el otro día y no fue por causa de las farolas, tú lo sabes.
    Te mando un beso.

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  2. que no hombre!!! que están filtrando la luz, para que con las ramas cree preciosas sombras chinescas...

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  3. Puede tratarse también de algún "lumbreras" que piense que es un buen método anti-heladas...
    ¡¡¡qué país!!!

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