lunes, 30 de abril de 2012

El fregado del señor concejal, que fija y limpia


Ya conté anteriormente que el concejal Cayón, de limpieza y otras atribuciones, fue muy crítico en su día con la suciedad de la ciudad, por lo que nos lo prometíamos muy felices cuando llegó al gobierno...pero, ay, seguramente debido a la herencia recibida (cómo no) a veces hay que incumplir las promesas, y esta es una ocasión excelente. Nos dijo que iba a dar un fregado a la ciudad (sic), y aquí estamos. Esperando.

Pero más allá de las promesas incumplidas, me gustaría detenerme en una medida que anunció en los famosos primeros cien días (cien días, cien medidas), y que consistía en alcanzar acuerdos con los propietarios privados para limpiar las fachadas de la ciudad, llenas de pintadas. Buena idea, ¿no es cierto? Claro que a renglón seguido dijo que bueno, los acuerdos llevaban su tiempo porque habia que contar con la autorización de los propietarios, que se tardaría más de lo previsto...

El hecho es que consiguió lo que buscaba ("este equipo de gobierno actúa", pensó el vulgo), que era publicitarse demagógicamente. Porque si le preocupaban tanto las pintadas, podía empezar por las que se encuentran en lugares públicos, para lo que no tiene que pedir permiso alguno: unos cubos de pintura, y listo. Ya hemos puesto en este blog algunos ejemplos de pintadas, y aquí van otros más.

Éstas llevan más de tres años. Una auténtica guarrada.




Otra más, cerca de la anterior.

 

Pintadas junto a las murallas.
 
 

 Y sobre las mismas murallas (foto de Revuki).


Lo dicho: pura demagogia.

1 comentario:

  1. ¡La jodía herencia, que recurrente es!
    Se le debía caer la cara de verguenza, yo en su lugar, habiendo dicho éso, cogería un a lata de pintura y las quitaba yo misma.

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