domingo, 13 de junio de 2010

Disgresiones, o la ruptura entre el conocimiento y mi escritura

Un amigo que es bastante sabio (no en vano respiró el aire salutífero del raticida en periodo de máxima hormonación, y sobrevivió) me señaló con el dedo la palabra maldita: disgresión, cuando lo que yo quería decir era digresión. Qué vergüenza, qué oprobio.

Últimamente cometo un montón de errores (ya el otro día tuve que borrar una entrada en un blog amigo cuando, unas horas más tarde, vi que me había comido una h), y pensaba eso tan recurrente de "necesito unas vacaciones". ¡Menos mal que me quedan nada más que diez días para coger parte de ellas!

Disculpas a mis escasos pero muy valiosos lectores, disculpas al diccionario por las patadas recibidas.

2 comentarios:

  1. SE te perdona por supuesto, y por ser TAN elegante!

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  2. Perdonado quedas, siempre y cuando me enseñes el "atajo", ya sabes cúal ¿no?

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