Es la palabra que resuena en la mente de todos los peregrinos que cruzan por León: Santiago.
Pero más allá del jaleo, la aglomeración y el ruido del Obradoiro, está la ciudad de agua, verde y piedra. Me encontré aquí de repente, de manera inesperada, cuando en medio del agobio de la gente y del caos del tráfico buscaba un atajo.
Pero más allá del jaleo, la aglomeración y el ruido del Obradoiro, está la ciudad de agua, verde y piedra. Me encontré aquí de repente, de manera inesperada, cuando en medio del agobio de la gente y del caos del tráfico buscaba un atajo.
Santiago.
¡¡Qué bonito!! que bueno es ver y mirar un poco más allá, con atajo incluido.
ResponderEliminarUn abrazo, Irma.-
Extraordinario!!!
ResponderEliminarYa me dirás cúal es el atajo. ¿Sabes...? en Septiembree voy a hacer de nuevo el camino y me encantaría conocerlo.
Se huele el césped...ummm!!! Parece una estampa de la campiña inglesa y es Galicia...la inmensa...
ResponderEliminarQué chuli!! dónde es?
ResponderEliminarMe parece que la que necesito unas vacaciones soy yo...ya veo que es Galicia. Qué belleza!!
ResponderEliminarAquí:
ResponderEliminarhttp://urlcorta.es/2abn