Una nueva exposición en el Musac, en plena construcción (varios artistas trabajando durante un mes, ocho horas al día, permitiendo que los visitantes sigan la evolución e incluso participen en la ejecución de algunas obras).
Desde fuera, no sabes lo que te vas a encontrar: frente a ti tienes una gran grieta herméticamente cerrada, sin fisuras. Para entrar tienes que luchar contra la resistencia del aire, que te empuja fuertemente, y la tela que te aprisiona, te tira y no te deja ver. Después de unos pasos, consigues pasar.
Dentro, sólo oyes el aire que mantiene la estructura levantada. La luz y los sonidos se tamizan.
Fuera, la gente camina; algunos dudan si entrar, unos pocos se lanzan, y otros pasan de largo. Sólo son sombras.
Un nacimiento al revés.
Desde fuera, no sabes lo que te vas a encontrar: frente a ti tienes una gran grieta herméticamente cerrada, sin fisuras. Para entrar tienes que luchar contra la resistencia del aire, que te empuja fuertemente, y la tela que te aprisiona, te tira y no te deja ver. Después de unos pasos, consigues pasar.
Dentro, sólo oyes el aire que mantiene la estructura levantada. La luz y los sonidos se tamizan.
Fuera, la gente camina; algunos dudan si entrar, unos pocos se lanzan, y otros pasan de largo. Sólo son sombras.
Un nacimiento al revés.
Qué maravilla. Interesante obra para tomar conciencia de uno mismo desde el espacio
ResponderEliminarMe alegro que hayas vuelto!
ResponderEliminar¡Una novedosa experiencia!
entre el misticismo y la magia...
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