Vuelvo de nuevo a hacer referencia a un post anterior, al primero del "catálogo de horrores": en él se recogía el horror de un edificio denominado "la huevera". Para aumentar aún más la vergüenza y el oprobio del constructor, del promotor y del arquitecto, dejo aquí dos imágenes del edificio que fue derrumbado para armar semejante adefesio (extraídas de http://el-internauta-de-leon.blogspot.com).


Si existiera la justicia divina, no cabe duda de que, antes incluso de que empezara el juicio final y el coro de trompetas sonara, un rayo pulverizaría tal espantajo.


Desde luego tienes más razón que un santo, suponiendo que los santos tengan razón.
ResponderEliminar...que es mucho suponer...
ResponderEliminarcomo decía Radio Futura: "los ángeles del cielo nos tuvieron envidia, pues no eran tan felices ni siquiera la mitad"... En este caso, los arquitectos sabiondillos y los malos gestores fueron quienes sintieron envidia de las obras bellas y bien hechas.
ResponderEliminarA veces los arquitectos se estrujan tanto las meninges que se pasan de originales, pero que vamos a hacer si no nos pregunta nadie si nos gusta.
ResponderEliminarSaludos
"Si existiera la justicia divina, no cabe duda de que, antes incluso de que empezara el juicio final y el coro de trompetas sonara, un rayo pulverizaría tal espantajo"
ResponderEliminarTe ha salido del alma!! ;-) ;-)