jueves, 27 de enero de 2011

Esculturas: Guzmán el Bueno



Esta escultura de Guzmán el Bueno ya la incluimos en otra entrada previa, alabando la entrega y el pundonor del representado: mejor que mataran al hijo que entregar el castillo. Un machote total. En el pedestal pone, entre otras cosas, que “no engendré yo fijo para que fuese contra mi tierra”.

Se colocó en el año 1900, está hecha de bronce, y desató bastantes críticas entre la población: quizás por las expectativas que había generado, ya que se pasó dos años con un saco encima antes de su inauguración.

Su autor fue Aniceto Marinas, el mismo que hizo las estatuas de “El héroe de Cascorro” y de Velazquez, ubicadas en Madrid (Plaza de Cascorro y lateral del Museo del Prado, respectivamente). También hizo, por cierto, el horror del Sagrado Corazón que hay en el Cerro de los Ángeles, en Getafe.

Algunos todavía seguimos confiando en que algún día el bueno de Guzmán se pegue un salto y se derrumbe sobre la huevera, adefesio mayor de la muy milenaria ciudad de León. Si lo del hijo ya no tiene remedio, al menos que haga algo de provecho para sus descendientes.

lunes, 24 de enero de 2011

Veneno en el aire

En estos días hemos leído en la prensa que Madrid y Barcelona incumplen los niveles de contaminación del aire, y que pretenden solicitar una prórroga para evitar sanciones provenientes de las autoridades comunitarias. Dicho brevemente, estas dos capitales saben que la población está padeciendo una contaminación intolerable, que perjudica su salud e incluso les lleva a la muerte (se calcula que en España mueren anualmente unas 17.000 personas por culpa de la contaminación del aire, y en Europa ¡unas 300.000!), pero solicitan poder seguir contaminando durante más tiempo.

La Secretaria de Estado de Cambio Climático ha dicho que es difícil que se conceda esta prórroga.

A raíz de esta noticia, me propuse conocer la situación de León, pero sin llegar a hacerlo ayer he visto en El País que nuestra ciudad es una de las que en algún momento solicitaron una prórroga. Parece ser que el principal problema no viene del tráfico, que también, sino de una central térmica situada unos kilómetros al norte de León (en La Robla).

¿Cómo se puede conseguir reducir la contaminación? En nuestra ciudad la Junta de Castilla y León parece haber encontrado la solución.

En León hay tres estaciones de medición de la contaminación atmosférica, y dos de ellas han sido cambiadas recientemente de lugar. Una, que se encontraba en un cruce junto a la Plaza de Toros, fue llevada al Coto Escolar, un lugar donde no hay coches. La segunda estaba en la avenida San Ignacio de Loyola, en un cruce muy transitado y junto a un colegio, pero a finales de 2008 la movieron unos metros más allá, donde se reduce notablemente el tráfico. Así los transeúntes y los escolares que estudian allí siguen respirando el mismo veneno, pero aumenta la calidad del aire en la ciudad. Y es que no hay nada como soluciones imaginativas para afrontar los problemas. Ciudadanos.


La estación de medición fija, reconvertida en móvil

Ubicación de la estación antes (antes), en la glorieta donde confluyen varias calles, y en la actualidad (actual), alejada de efluvios. Lo que se ve en esa acera es un colegio público.

martes, 18 de enero de 2011

Esculturas: puente de los leones


En el puente que comunica la estación de Renfe (dentro de poco abandonada por la que será la nueva estación del AVE, situada más al sur que la actual) se colocaron en el año 1967 unos leones, cuatro, obra de Víctor de los Ríos, escultor cántabro especializado en esculturas para procesionar durante la Semana Santa. Desde entonces, dicho puente es conocido como “Puente de los leones”.

Aunque están llenos de mataduras, se han convertido en símbolo de la ciudad: más que para los leoneses, para los visitantes, que no dejan de hacerse fotos delante de ellos y poder así constatar que estuvimos-en-León-como-queda-demostrado. Y eso que el nombre de la ciudad no viene del animal, sino de “Legio” (León fue fundada por una legión romana).

Pero ya se sabe que los símbolos son lo que son.

lunes, 10 de enero de 2011

Adopta una valla

Se me escapa el motivo por el que fue colocada ahí, aunque sí recuerdo que sucedió hace al menos cuatro meses: me parece que para proteger unas baldosas recien reparadas. O quizás fue cuando colocaron un pequeño contenedor que servía para recoger el cesped cortado: como pasaron varios días sin recogerlo y rezumaba, me suena que colocaron una valla sobre el líquido negruzco.

Independientemente de que fuera colocada por uno u otro motivo, el hecho es que el contenedor fue recogido, el líquido desapareció con la lluvia, y las baldosas se asentaron, pero la valla se quedó. Y pasan los días y ahí sigue. A veces está en el centro, otras pegada al bordillo (nunca la he visto caída).

¿No da pena -la valla, no la dejadez del ayuntamiento-? ¿Nadie necesita una valla? Con una mano de pintura quedaría como nueva...