miércoles, 22 de junio de 2011

Vacaciones

La última de las 100 medidas del nuevo alcalde de León, largamente esperadas, con las que iba a cambiar el rostro, la imagen y la fachada de la ciudad, es la siguiente:

100. El alcalde no cogerá vacaciones en verano.

Impresionante, ¿eh? Eso sí que es rompedor.

Este blog sí que se coge unos días; después de la facilidad con que se acertó el año pasado el lugar a donde iba (no porque fuera fácil, sino por la sagacidad del participante), esta vez será más difícil:

Allí no hay leones, pero sí hienas y leopardos. Y en la bandera hay una estrella.

Hasta la vuelta, queridas/os.

domingo, 19 de junio de 2011

Plaza de Botines, epicentro de tó

La plaza de Botines se ha convertido, por méritos propios, en la plaza de la reivindicación, más allá de los indignados -que hoy, por cierto, han levantado el campamento, aunque el sábado todavía había actividad-.

Allí se coloca sábado tras sábado la gente de Amnistía Internacional.


También se concentran los de la plataforma de "los lunes sin sol", contra la violencia machista. La fachada de la Diputación sirve de recordatorio.

Enfrente, en el ayuntamiento viejo, también se aboga por la tolerancia cero.

Y se encuentran otras ¿reivindicaciones...?


De Botines ha salido la manifestación de hoy contra el pacto del Euro, con bastante gente. Aquí, la pancarta del centro.


Aquí, mi compañero de manifestación, oculto tras una espesa barba.


Y aquí, una flamenca.

Pues eso, que no somos mercancía.

domingo, 12 de junio de 2011

Bookcrossing en León


Silencio, habla la wikipedia:

BookCrossing o BC (pronunciado becé) es la práctica de dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, que después harán lo mismo. La idea es liberar libros "en la jungla" para que sean encontrados por otras personas.

Ayer tarde estuve un buen rato en un parque, el de San Francisco (junto a la iglesia del mismo nombre). Enfrente de mi banco había un libro abandonado; era éste:


¿Sería un BC, o simplemente un olvido? ¿O tal vez un guiño metafísico-supersticioso, toda vez que San Antonio es el patrón de las cosas perdidas?

Paradoja: el que encuentra se ha perdido...¿se podrá rezar a si mismo?

El hecho es que mientras contaba los muertos en Siria, las alcaldías perdidas por los socialistas (por mucho que recen a San Antonio, éstas no volverán) o los libros aconsejados por Babelia, pude observar el interés que despertaban las obras y gracias de S. Antonio entre los paseantes.

Primera conclusión: la velocidad está reñida con la capacidad de observación. Casi todas los que se paraban iban despacio, ergo eran personas mayores. Eso no quiere decir que algunos jovenzuelos (más o menos) no prestaran atención:




Hay que reconocer que el libro no era arrebatador.

Este hombre estuvo a punto de llevárselo, pero miró a su alrededor y desistió.

Otro al que no le cautiva la vida y obra del santo.


Hasta que, finalmente, una pareja se paró, y....

Inmortalizacion del momento en el que ella (que, según Forges, son las que leen) atrapa el libro.


35 minutos, exactamente, duró el libro en el banco desde que yo llegué.

jueves, 9 de junio de 2011

Por el carril bici

Paseo de domingo por el carril bici entre León y Villanueva del Árbol (paralelo al río Torío)



Estas dos fotos son de hace un año:


Y así es como estaba el otro día:


miércoles, 1 de junio de 2011

Los 600

Recientemente se celebró en León un encuentro de 600, aquellos coches míticos asociados a la libertad de movimiento del pueblo llano. Ese domingo, cuando los encontré, estaban aparcados en la Plaza Mayor.


Los asistentes, con concierto de pop incluido, se divirtieron de lo lindo.



Recuerdo con gran cariño mi primer coche, un 600 azul bautizado como "Orestes", regalo de mi abuela cuando saqué el carné a los 18 años. Ella lo había comprado para ir a la escuela diariamente, y le dio un buen servicio. A mí también.

Por cierto que entre las decenas de coches de la reunión no vi ninguno de un color azul como el mío.

En esta foto aparece Orestes, retratado junto a mi amigo Adolphe Katumba y su sobrina Mukantagara Bemba, días antes de ser cambiado (¡ay!) por un Seat 124 (foto de Agustín Berrumbetta).