Trenes y charlas divinas

Como se ha informado en los últimos dias, estamos asistiendo a la muerte de un buen número de líneas de ferrocarril en nuestra provincia (entre otras): el Ministerio de Fomento ha decidido cerrar aquellas líneas y/o estaciones que no son rentables. Todas ellas en el medio rural, lo que supone un nuevo zarpazo a un mundo ya malherido.Los conceptos de servicio público, vertebración territorial, o eficiencia en el transporte, han desaparecido del lenguaje de nuestros dirigentes, siendo sustituidos por uno: rentabilidad económica.

Matizo: según la Ministra, no se van a cerrar estaciones, simplemente el tren no parará en ellas. Magistral.

Ayer nuestro consejero de Fomento realizó unas declaraciones a este respecto, diciendo que la Junta no asumirá este gasto; según el periódico (El Diario de León), "insistió en que «aquellas paradas en las que no se sube ni un solo viajero o menos de un viajero al día» no son eficientes"...no se sube un viajero o hay menos de un viajero al día...Veo que el consejero no ha contemplado otras variables: ¿qué pasa con las paradas donde el número de pasajeros es cero? ¿Y donde no hay pasajeros?

 En las mismas declaraciones, el consejero "destacó que «si alguien puede sostener esto con la que está cayendo en todo el ámbito de los recursos públicos, que lo diga»". Pues ahí va una ayuda: me ha dicho un pajarito que tienen reservados unos cien millones de euros para la estación de esquí de San Glorio, un proyecto inviable y que dificilmente se hará. De ahí puede coger algo para mantener vivo el medio rural.

Cambiando de tercio: asumiendo que leoneses y asturianos son primos hermanos, me puedo permitir hablar de las declaraciones que hacía un asturiano ayer en El País. Se trata de un obispo que hace una labor encomiable en Camboya, ayudando a discapacitados; el titular decía algo así como "Dios me dijo 'Kike, estoy en la gente'..." ¿Dios me dijo? ¿Por qué Dios le dice a este hombre algo así, y se mantuvo en silencio durante el genocidio nazi (según el antiguo papa), o le dice a un tuareg que tiene que matar y secuestrar occidentales, o a Bush que bombardee Irak? ¿Dios les dice? ¿Cómo va a progresar el mundo cuando el personal oye voces, y nada menos que de Dios?

Atropellos en la ciudad

Ayer fue atropellada una persona en Suero de Quiñones, mientras cruzaba por un paso de cebra.

Este atropello coincide con una campaña del ayuntamiento para evitarlos... el problema es serio: como habíamos recogido en otra entrada anterior, León sufre uno de los índices más altos del país: en el periodo 2005-2009 fue la quinta ciudad de España con más niños atropellados (14 heridos graves o fallecidos).

Una de las medidas más publicitadas ha sido pintar en la calzada señales de advertencia a los peatones (potenciales víctimas). La foto de abajo es de Suero de Quiñones, precisamente.

Teniendo en cuenta que los símbolos tienen que ser intiuitivos, ¿a quién se le ocurrió poner el monigote mirando a la izquierda cuando el cartel te dice que mires a la derecha? Y el texto ese largo, que exige pararse en mitad de la calzada para leerlo...¿cómo se puede ser tan chapucero?

 Esto ya se hace en otros lugares, y no hubiera estado mal que copiáramos el modo de hacerlo, pero no: aquí tenemos creativos de sobra.

 

 Simple (de www.la-bike.org)

 

 

Efectivo (de www.democraticunderground.com)

 

Sencillo (de www.wnyc.org)

Aunque les moleste a algunos, hay medidas efectivas: los radares en tramos urbanos es una de ellas, y los pasos de cebra sobreelevados otra. La reducción general en zonas urbanas (excepto contadas excepciones) a 30 km por hora salvaría vidas. Pero ya sabemos que, aquí, el coche es el rey.

La fuerza del deporte

Casi se me ha pasado el mes sin escribir. Un mes en el que ha sucedido de todo y casi nada: llega la primavera (sin flores en la condesa, como ya contamos anteriormente, pero con toda su potencia en el río gracias a la vegetación que algunos llaman maleza); se rocían aceras, alcorques y jardines con glifosato, un herbicida altamente tóxico y que ha sido prohibido en otros lugares por este motivo; nuestro ayuntamiento se declara en quiebra técnica, y podemos leer así de pasada en la prensa que Rajoy, el primo listo de nuestro presidente que lleva las haciendas municipales, se confundió al calcular los ingresos por una determinada tasa: esperaba 850.000 euros y se recaudaron…15.000 euros. No pasa nada.

Cambiando de tema: ¿recuerdan los tremendos recortes y despidos que se aplicaron a las escuelas deportivas municipales, y que fueron acompañados de nuevas tasas (con incremento elevado al siguiente año)? Cuando uno toma una decisión de este tipo (suponemos que fue el concejal de deportes, aquel que ingresa cerca de 7.000 euros –brutos- al mes) también decide cómo reparte lo que le queda. Pues bien: ayer me llegó una revista a todo color, de 30 páginas más cubiertas, titulada ‘Escuelas deportivas municipales’, y subtitulada ‘La fuerza del deporte’, Es el número 1. Según dicen en la presentación (tres fotos a todo color del alcalde y el concejal) se pretende informar de la gestión municipal, de lo que hacen con el dinero de todos, y de fomentar el deporte entre los más pequeños.

Informar: nos cuentan los próximos eventos que se celebrarán en el mes de abril (de 2013). La revista fue entregada a los niños el 2 de mayo.
 

Contar lo que se hace con el dinero: Ya lo vemos; entre otras cosas, pagar una revista editada en colores y supongo que con una buena tirada. Cuestión de prioridades.
 

Fomentar: teniendo en cuenta que la actividad de las escuelas deportivas finaliza en mayo, y se la han dado a los niños el día dos de este mes, la selección de fechas no ha sido muy afortunada.

Sí que nos enteramos del detalle (determinados detalles) de algunos deportes, sin que se nos explique por qué se destacan unos sobre otros. También incluye publicidad (de una tienda deportiva, además de la editorial que se encarga de la revista) y un artículo que cuenta las lesiones ligamentosas y capsulares de rodilla más frecuentes y que seguramente hará las delicias de los niños y sus padres.

Ayuntamiento de León. La fuerza.