Recuerdos de aquellos años de especulación, en los que cualquiera se ponía a construir con unas expectativas montadas en un Porsche Cayenne. Casas vacías, en mitad de la nada, con hipotecas estratosféricas, y sin culpables.
lunes, 13 de diciembre de 2010
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la culpa siempre es una pobre huérfana...
ResponderEliminarEl milagro español, tan ficticio...
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