Ubicada junto a La Corredera, fue esculpida por Marino Amaya (un escultor de Astorga) y representa a dos jóvenes arrodillados sobre algo que semeja a una roca, que se coloca a su vez sobre una cruz. La relación con el hecho que homenajea: que cada cual haga su propio ejercicio de imaginación, porque no sé qué tiene que ver esto con los donantes de sangre, la verdad...aunque ahora que lo pienso, creo recordar que el muchacho, situado ligeramente por encima de la chica, tenía unos colmillos más grandes de lo habitual, y su mirada se dirigía hacia su cuello...
jueves, 1 de diciembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ja, ja, original deducción, para mí la roca es el 0 y la cruz el símbolo de positivo de la sangre que según la herencia genética tendremos. Un saludo.
ResponderEliminar