lunes, 2 de abril de 2012

Políticas de ahorro


En el pasado denuncié el malgasto de agua que suponía tener fuentes públicas manando sin cesar. Afortunadamente, el ayuntamiento me ha escuchado -al menos en alguna fuente-, y ha tomado una solución intermedia: aunque no cambian las fuentes, reducen el chorro notablemente.



Bien es cierto que los sedientos están obligados a beber a lametazos, pero tampoco se puede ser tan exigente, con los tiempos que corren y ya tan acostumbrados que estamos a dejarnos hacer lo que sea necesario, que estamos en crisis.

2 comentarios:

  1. Los microbios estarán encantados de correr de boca en boca.

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  2. Al parecer para algunos es difícil encontrar el equilibrio entre lo desmedido y lo razonable, una pena.

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