Ay, el arte popular portugués, qué arte.
Talla del siglo XVIII de San Benedicto (el original). Es patrono, entre otros muchos, de los agricultores, ingenieros, curtidores, moribundos, granjeros, de enfermedades inflamatorias, de los arquitectos italianos, de los escolares, los criados, los espeleólogos y de los archiveros: por ser de estos últimos se le debió quedar esta cara, al enterarse de que el deán de la catedral reconoció el Códice Calixtinus robado por las tres anotaciones que él había escrito ¡a boli! en la contraportada.
Otra talla del siglo XVIII, en este caso de un fraile en paños menores.
Este demonio, en un fresco del siglo XIV, no tiene aspecto de estar muy preocupado a pesar de las cadenas...
Un "Espera maridos" (sic)
Tallas del siglo XX-XXI
De boda.
Y por último San Juan, en la cabeza de la fiesta. Qué tierno.
Viendo la primera foto, me ha recordado a una igualita que había por casa de mi abuela y ahora pienso que lo mismo era hasta una obra del arte portugués.
ResponderEliminarSan Benedicto tiene cara de agobiado, no me extraña, con tanto representado no le faltará tarea. El San Juan parece una versión antigua de "he agradado al niño".
ResponderEliminarMuy interesantes tus crónicas viajeras, están muy bien condimentadas y siempre nos enseñan algo.
Abrazos.
Te das cuenta de que los ángeles se les representa con un semblante serio¡ , en cambio este demonio se lo esta pasando pipa. !que bueno!.
ResponderEliminarVeo que disfutaste en el viaje, tienes unas fotos muy bonitas, máxima puntuación la de el "correio".