Explotar un censo o un padrón (que no me lea Cristina Cifuentes,
delegada del Gobierno en Madrid, o alguno de sus lacayos, que con lo del 25S
están demasiado excitados y pueden malinterpretarme) permite encontrar resultados curiosos. ¿Somos los de León diferentes?
Pues algo sí.
Si reunimos a los ciudadanos de España (no alrededor del
Congreso, por supuesto) y les preguntamos el nombre, los más abundantes serán
los que se llaman Antonio. Si el mismo ejercicio lo hiciéramos en León, en
cambio, abundarían los Manueles. En ambos casos, el segundo nombre más común es
Jose.
Más peculiaridades: entre los diez primeros de España no
aparece Ángel, que en León ocupa el sexto lugar entre los más frecuentes; lo
mismo sucede con Juan, que no figura en la lista de los 10 más frecuentes en
León, y sí en la de España (en quinto lugar).
Si hacemos lo mismo pero con las ciudadanas, hay
coincidencia: Mari Carmen y María son las más frecuentes. Carmen (a secas) es
más frecuente en España que en León, y hay más abundancia de Ángeles, Laura y
Cristina en nuestra provincia que en España, donde aparecen más Maria Dolores,
Ana Maria y Ana.
Apellidos: en España, los primeros más abundantes son
García, González y Rodriguez; en nuestra provincia, Fernández, García y
González (164 leoneses de cada mil tienen alguno de estos como primer apellido).
En León tenemos muchos más (porcentualmente) Álvarez, Alonsos o Blancos, y en España
hay más Gómez y Ruíz.
En cuanto a los nombres dados a los niños que nacen ahora, en
España y León Alejandro es el rey, y apenas hay diferencias en el resto: Daniel,
Pablo, Hugo, Álvaro, Adrián…Entre las niñas, cuatro son los nombres más
utilizados, sin distinciones: Lucía, Paula, María y Sara. Considerando los diez
más frecuentes, en León hay más Lauras, Andreas y Martas, y en España en
general más Danielas, Sofias y Martinas.
Más allá de las fronteras geográficas, donde sí hay una gran
variación es en los nombres de los nacidos según la época: comparando los
nombres de los nacidos en los años 30 y los actuales, si miramos los veinte más
frecuentes, no coinciden ni uno solo de los nombres. Bautizar a los niños con
nombres como José, Antonio, Manuel, Francisco o Ángel, ya no se lleva.
Entre las niñas, sobrevive únicamente, respecto a las
bautizadas en los 30, María, en un honroso tercer puesto, y no encontramos
ninguna Josefa, Carmen, Isabel o Pilar.
Pues vale.
Bueno JOSÉ, entras en las estadísticas y también algún miembro más de tu familia, pero la verdad que valen más estos nombres tan populares que otros que suenan por ahí con pretensiones de originalidad y, que caen cuando menos en la vulgaridad, pero oye hay que respetar, además luego está aquello de que la persona ¿hace al nombre? A mí no me gustaba nada el nombre de Aurelia hasta que conocí una que lo llenó de exclusividad..., bueno no sigo que hay que dejar sitio para los demás: incluidos los Jonathan's, Cristian's, Melani's..., que seguro que son fantásticos.
ResponderEliminarMuy buenas, Sr José, ah y gracias porque siempre salimos de aquí sabiendo algo más.