Allá por los tiempos en los que en León se ataba a los
perros con longaniza (lo que contribuyó a que ahora mismo esta ciudad soporte
una deuda difícil de gestionar), el ayuntamiento impulsó la construcción, entre
otras obras, de unas pasarelas peatonales en el río Bernesga que lo atravesaban
muy cerca del cauce. En concreto, tres. Una de ellas se la llevó el río a los
pocos años (no se conoce que a nadie se pidiera responsabilidades por ello).
La pasarela derrumbada (retirada hace unos meses)
Hay que reconocer que les quedaron muy monas: tenían
tablones de madera, y por barandillas había unas sogas destensadas que apenas
servían para delimitar el borde de la pasarela…lo dicho, eran una preciosidad.
A los pocos meses hubo que gastarse otros dineros en poner
unas barandillas en condiciones, metálicas, para cumplir con el uso esperado: que los viandantes no se caigan al río.
Detalle de las barandillas actuales y el entarimado
En cuanto al suelo, los tablones –fijados sobre unas barras
metálicas- se soltaban periódicamente, lo que se convertía en una trampa para
los pies (o las ruedas de las bicis). Cada poco había que reponerlos, y en más
de una ocasión los levantaron enteros para volverlos a fijar.
Cuando veo este tipo de cosas me pregunto si el proyectista
se avergonzará de su obra…
En definitiva, una chapuza más que se une a otras similares ya señaladas en este blog. El alcalde era el mismo en ambos casos (hoy, reprobado
por sus correligionarios, sufre en la presidencia del consejo consultivo de
Castilla y León con uno de los mayores sueldos de toda la Comunidad Autónoma).
El ayuntamiento actual se puso manos a la obra y decidió
tirar por la calle del medio: “¿Continuas reparaciones de tablones?: fuera
tablones”, desnudando los suelos y dejando el hormigón a la vista. Claro que no valoraron
las consecuencias…
Ahora, los vecinos hacen auténticos malabarismos para poder pasar
según caen cuatro gotas.
En resumen, de la pasarela naïve al brutalismo hormigonero,
con un nexo en común: la mediocridad e incapacidad.
De aquellas lluvias vienen estos lodos.
ResponderEliminarPero estas mediocridades e incapacidades "las pagamos nosotros" y lo lamentable del caso es que aquí nunca pasa nada, BENDITA AMNESIA "ciudadana" :(
ResponderEliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Así nos luce el pelo bien engominado que es la moda que marca tendencia.
ResponderEliminarSalud!
Para la siguiente, directamente las quitan....
ResponderEliminarEs una pena... Así está todo. Parche sobre parche, en lugar de hacer las cosas bien desde el principio. Con la de gente competente que hay y que tengamos que estar así!
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