Pues sí: parece ser que las oraciones no dieron resultado, por
lo que las autoridades decidieron, con meses de retraso, encargar a un par de
operarios subidos en una zodiac la limpieza del río a su paso por la ciudad,
que estaba realmente asqueroso. Fue sencillo, pero se tomaron su tiempo para
autorizarlo.
Aleluya.
Más expeditivos fueron a la hora de atajar la plaga que al
parecer había en el Parque de Quevedo, y que llevó a cerrarlo durante cuatro
días. Lo más impresionante es la detección de algo insólito: si hacemos caso a
los medios de comunicación, el concejal Cayón (responsable de parques y
jardines, entre otros) declaró que la plaga era de ratas (“de once centímetros
y con una cola de 25”), hamsters (abandonados por sus dueños) y de ¡una especie
cruce entre ambas! Inmensa la aportación a la ciencia de este ayuntamiento.
Pusieron veneno pero, muy cerca de allí, el concejal tenía
preparada una solución alternativa en caso de fracaso…
El zorro, esperando a entrar en acción
El humor hace que todo tenga menos importancia.
ResponderEliminarPor fin!!! Me alegro mucho por el rio y sus habitantes... No tanto por los del parque. Me habría encantado cruzarme con esa nueva especie. Aunque solo fuera para medirla!
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